La
pedagogía Waldorf surge en Alemania por primera vez en el año 1919 en una
empresa tabacalera llamada Waldorf-Astoria, de allí su nombre de pedagogía
Waldorf.
Para
Rudolf Steiner, en la Primera Guerra Mundial, encabezó un movimiento social de
gran relevancia, buscaba crear un espacio de autonomía y, al mismo tiempo, de
mutua relación. La necesidad de crear una educación libre desvinculada del
estado, constituyó en Steiner un valor de primera magnitud. Tanto es así que
recorrió toda Alemania dando charlas hasta que finalmente la construyó con la
ayuda de la fábrica de cigarrillos Waldorf- Astoria.
El
principal objetivo de la pedagogía Waldorf se centra en el desarrollo libre del
ser humano, los niño tienen autonomía a la hora de tomar decisiones siempre
bajo la supervisión de profesores que actúan como guía en su aprendizaje. Esta
pedagogía trata de fomentar el desarrollo integral de la persona a través de la
naturaleza y el arte.
A
diferencia de la educación tradicional, la pedagogía Waldorf no usa libros de
texto ni exámenes y los niños aprenden a leer y a escribir a partir de los 6-7
años porque creen que antes de llegar a esa edad no están lo suficientemente
maduros, por lo que aprenden jugando.
Es
una educación diferente, los niños comienzan a escribir usando mayúsculas no
minúsculas, ya que los trazos son más sencillos, con rectas y curvas muy
claras. La minúscula requiere más precisión en la motricidad fina.
No
hay exámenes porque se basan en dar al niño una educación universal donde
elijan lo que quieran ser cuando estén preparados, y así evitan la
competitividad. En este tipo de escuelas no existe un libro de texto
predeterminado, sino que los niños son los que día a día crean un cuaderno
lleno de color.
Uno
de los principios de la pedagogía Waldorf es el respeto del desarrollo en
contacto con elementos naturales los profesores elaboran juguetes para sus
alumnos con materiales naturales. Por otra parte se fomenta el desarrollo
integral de cada individuo, no solo se le da importancia a lo afectivo, sino
también a lo social.
También
se les motiva para potenciar sus capacidades las cuales se exteriorizan por
medio de actividades deportivas y artísticas. Otros de los principios es crear
un ambiente basado en la confianza, el alumno mantiene una relación más cercana
con el profesor que hace que lo vea como una figura a seguir.
Además
muchas escuelas Waldorf pertenecen a la red mundial de escuelas asociadas a la
U.N.E.S.C.O. porque integran en sus proyectos educativos los ideales
democráticos, la educación para la paz, el trabajo multicultural y la
solidaridad entre escuelas de muy diversos países.
Dentro
de las escuelas que están bajo esta pedagogía aunque es diferente a la escuela
tradicional no presentan ninguna preocupación a la hora de que sus alumnos
pasen a estudios superiores con una metodología distinta, ya que, tienen una
preparación basada en su autodesarrollo. En primaria aunque no tienen exámenes
realizan otro tipo de actividades como exposiciones, que hacen que sean niños
más extrovertidos y sin miedo escénico, y en bachillerato siguen la misma
metodología pero incluyendo pruebas que ya los preparan para hacer la
selectividad.
Como
salidas profesionales habitualmente estos jóvenes tienden a enfocarse más al
mundo artístico como: circo, músicos, actores, entre otros… Aunque no se dejan
de lado las carreras comunes.
Todo
el material que utilizan las escuelas Waldorf es realizado por los propios
alumnos, para fomentar el desarrollo integral del niño y para que lo sientan
como algo cercano y de lo que se sientan orgullosos.
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