Una prueba de lo acertado de la intervención educativa es la felicidad del niño
Maria Montessori

viernes, 8 de mayo de 2015

Escuelas Reggio Emilia





      Las Escuelas Reggio Emilia, situadas en Italia, en la región que le da nombre, son creadas en 1945 a raíz de la inquietud de un grupo de mujeres que desean que sus hijos reciban una educación más creativa de la que propone el sistema en ese momento. En un principio estuvieron gestionadas por los ciudadanos  hasta que consiguieron la gestión municipal.





Loris Malaguzzi (1920-1994), maestro y pedagogo, fue el impulsor e inspirador de este proyecto, proponiendo un aprendizaje basado en la búsqueda y la experimentación, apoyado en dos teorías, Los 100 lenguajes, que hace referencia a todos los modos que tienen los niños de comunicarse y representar el mundo, y La noción de Atelier, que justifica la importancia del uso de un taller en la escuela.

El método se sostiene en la escucha, las relaciones humanas, la creatividad, la presencia del taller, la colaboración comunitaria, la participación de las familias y la calidad del espacio, al que se le otorga gran importancia. Debe ser acogedor y cómodo e inspirar serenidad y calma y su disposición debe motivar los encuentros, la comunicación y las relaciones.
Con respecto a la metodología, no existe un contenido que enseñar a los niños decidido previamente, sino que se ayuda a los mismos a investigar y aprender sobre aquellos contenidos por los que muestran interés. Posteriormente se realiza la evaluación, mediante la observación, sobre los contenidos aprendidos. De esta forma el maestro se convierte en un mediador entre la curiosidad del niño y los conocimientos, estableciendo con él una relación de igual a igual, escuchándole, dejando que tome la iniciativa y guiándole hacia un aprendizaje productivo. Para ello, es preciso que el maestro tenga un punto de vista amplio y complejo y esté en un proceso de formación continua, sintiendo la necesidad de enriquecerse cada día más.
Para llevar a cabo esta metodología, el niño tiene que contar con materiales que le permitan experimentar, explorar y expresarse. Predomina el uso de materiales naturales. También utilizan mesas de luz, en las que los niños hacen formas con arena, y murales en los que  dibujan y pintan. También construyen composiciones inventadas por ellos mismos con objetos de diversos materiales y tamaños.
Este método de trabajo se desarrolla con dos maestros, un tallerista y un pedagogo por cada 20 niños.

El modelo de escuelas Reggio Emilia está marcando tendencia. Algunas escuelas, incluso públicas, están inspirando su metodología en este modelo. Alfredo Hoyuelos, pedagogo, ha impulsado y desarrollado este método en algunas escuelas infantiles de Pamplona.



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